Recuerdo el tren, el ritmo marcando en el pecho, el vaivén del vagón y el son de nuestro paso por los durmientes.
Recuerdo, directo al sur, medianoche en Chillán, vendedoras de avellanas y rostros de algunos sueños imperturbables. Amanecer en Victoria, verdores mapuches, recreo la lucha, desayuno sándwich preparado de ayer y en vaso plástico del termo bebo un té... otro sándwich y mediodía en Pitrufquén.
El inspector de boletos, el anuncio de la estación, bolsos por las ventanas, la despedida, los subires, los bajares, la lluvia y la leña de mi tierra distante y añorada.
Recuerdo, directo al sur, medianoche en Chillán, vendedoras de avellanas y rostros de algunos sueños imperturbables. Amanecer en Victoria, verdores mapuches, recreo la lucha, desayuno sándwich preparado de ayer y en vaso plástico del termo bebo un té... otro sándwich y mediodía en Pitrufquén.
El inspector de boletos, el anuncio de la estación, bolsos por las ventanas, la despedida, los subires, los bajares, la lluvia y la leña de mi tierra distante y añorada.
Osorno húmedo, sombrío e infantil, volveré a caminarte y a recorrer tus calles, buscando a mis muertos, bebiendo un mate, memoria de mujeres fuertes y de mis manos pequeñas haciendo pan...
2 comentarios:
Genial... pronto haré un viaje en tren... eso espero... me parece una muy linda experiencia... yo quiero "tren al sur".
Cariños... y saluditos. Brenda
Osorno:
Tengo muy gratos recuerdos, también me encanta llegar y sentir el olor a leña en el aire, la humedad del paisaje, visitar a parte de mi familia y a los viejos amigos...
añoranzas
saludos para tí
Publicar un comentario