jueves, 13 de julio de 2006

Aquí La Vida Se Nace... !!!

Quiero ser tu nido,
ruiseñora,
y abrigar tus cantos,
colorida aurora.
Pulsar tus cuerdas,
gorjeo atrevida,
y en tu impulso,
vibrar sostenida.
Quiero ser
tu brazo,
vigilante,
bruja y caminante...
Tu amante.
"Aquí la vida se nace"

viernes, 7 de julio de 2006

No Todos Los Árboles...!!!

He estado mucho tiempo alejada de estas tierras, mis tierras que me son tan cálidas. Andaba por ahí compartiendo con seres extraños, ansiosos y hambrientos, con seres desapegados y agudos, con seres silenciosos y bulliciosos, de olores nuevos a cauchos, metales... hormonas. Y en un amanecer de caminar cansado y solitario en las calles, evidencia de la insistencia obtusa, fue entonces que, con el frio congelando mis dedos, decidí marcharme y correr, lejos bien lejos, al sur, hacia los volcanes, hacia el refugio de mis ancianas, a mis mates...

Y así, corriendo encontré más cantos de los que creí posibles, más juegos de los que pude imaginar, vuelos y risas de niñas y niños danzando, era el sur que me abría sus brazos como a parienta perdida... Al detenerme les vi con detención, con el olor del humo del hogar impregnado en sus ropas, con su abrazo amigo que me acogió en su tierra, con su voz poderosa cortando las noches, con pulsares de cuerdas, soles, bemoles y MI- grito- SOSTENIDO (#) se elevó de asombros micreros y cantos callejeros. Y reí, como pocas veces, reí.

Sabe el mate diferente ahora en mi boca, derretido a fuego lento el dulce en mis labios no es el mismo, y preparo mi guitarra para nuevos desafíos camineros, ya nunca más solitarios.
De tanta alegría, salté por todas partes, sin importar nada me lancé a la alegría del canto unido.... orgullosa de mis avances me fui entonces nuevamente al bosque, triunfadora y segura afilé mis uñas y trepé, al árbol más grande, al más alto. Mas la naturaleza siempre se encarga que una entienda que no somos nosotras solas, aveces de manera brusca...

De un golpe aprendí que "no todos los arboles merecen ser trepados y así mismo no todos los árboles quieren ser trepados". Fue un árbol quisquilloso o cosquilloso, quién sabe, de sentir al ser menudo que subía rapidito por su costado, el que me arrojó al suelo... y en caída libre sin elegancia llegué al suelo de espalda, con giro ágil que evitó mayor rudeza pero no salvó a mi rostro del recuerdo, pese a las heridas, aún tengo mi ojo izquierdo....